Biografía

Ejemplo de biografía

Bernabé Mariaca Ansótegui

Bernabé Juan Antonio Mariaca Múgica y Ansótegui nació el 11 de Junio de 1776 y bautizado al día siguiente en la iglesia de San Esteban de Irazagorria; se casó con Regina Oráa, efectuándose el matrimonio el 19 de Abril de 1809 en la iglesia de San Esteban de Irazagorria.

Hijos:

1. – Luisa, nacida en Bilbao el 11 de Febrero de 1812, bautizada al día siguiente en la iglesia de Santiago, y fallecida en 1840.

2. – Bernabé?, citado por Pérez de Azagra, de quien no he visto confirmación documental.

3. – Carmen, nacida en Gordejuela en 1815 y fallecida en Bilbao en 1823.

Las difíciles relaciones con su madre

En 1804 Bernabé y su madre hace una escritura por el que liquidan sus cuentas en cuanto a la administración del mayorazgo, por su deseo de tomar estado, acordando lo siguiente:

Bernabé no se inmiscuye en la administración del mayorazgo por su madre, pagando las cuentas que tuviera a favor de su madre, pero Bernabé puede disponer de la herencia de su tío abuelo Pedro Mariaca, lo cual consta en el testamento de su abuelo Lope Mariaca.

Bernabé vivirá con su mujer en la casa de Salazar de Allende en Gordejuela, corriendo a su cargo la manutención de la casa y su familia, y cobrará las rentas no devengadas del mayorazgo.

Bernabé dará una pensión de viudedad a su madre de 9.000 reales anuales con obligación de buscar a su madre una casa decente donde vivir incluido ajuar y mobiliario.

Bernabé deberá mantener a sus hermanas María Teresa y María Rita, mientras vivan en su casa y compañía, pero si alguna de ellas quisiera vivir con su madre, tendrá que dar a cada una una pensión anual de 1.500 reales hasta el momento de tomar estado de matrimonio o religión. Si falleciese o se acomodase alguna de ellas, daría a la que quedase una pensión anual de 1.650 reales, y si las dos se acomodaran o fallecieran antes que su madre, se añadiría a su pensión 1.000 reales más al año. Si su madre muriera antes de la muerte o acomodo de sus hijas, si quisieren vivir independientemente se les de a cada una una pensión de 350 ducados anuales, y en caso de acomodarse o fallecer una de ellas, 400 ducados anuales a la que quede.

Si alguna de sus hermanas toma estado, Bernabé se compromete a dotarlas 10.000 ducados a cada una, según dicta testamento otorgada por María Antonia Ansótegui el 2 de Agosto de 1797 ante Gerónimo Javier de Arana, con inclusión de 1.000 ducados de la obra pía de Granada, más 900 ducados en ajuar.

Bernabé ha de costear el entierro de su madre y el de sus hermanas, si fallecieren antes de tomar estado.

La producción de hierro (335 quintales en 1803 y los 500 que se preven en 1804) y el acopio de 3.861 cargas de carbón y el crédito de Buenos Aires se compartirán entre madre e hijo a partes iguales.

La cantidad de 30.897 reales que se cobrará en Bilbao el 16 de Mayo de 1804 se destinará a los fines firmados en un papel entre madre e hijo.

El censo de 2.000 ducados redimidos por el cabildo de Haro que se gastaron en urgencias de la casa se compensa con la venta de montes a Pedro Zabálburu por precio de 23.243 reales y 23 maravedíes.

El proyectado matrimonio de Bernabé no tuvo efecto. Cuando se casó su hermana María Teresa con José María Orbe Elio en 1808, Bernabé se avecindó en Bilbao

En 1808 su madre le pide cantidad de dinero para alhajar su casa, a lo que Bernabé responde que le enviará la parte de su pensión como anticipo para ello. Su madre, en una carta al Gobernador General de Vizcaya, dice que su hijo se desligó de sus obligaciones, porque cuando fue a acompañar a la boda de su hija María Teresa junto con Rita, dejó sola la casa de Gordejuela, y pidió a Bernabé repetidas que fuera a cuidarla en su ausencia, y prefirió que le enviara a la llave. Su madre luego resolvió no regresar a Gordejuela, y pidió a su hijo alhajarle la nueva casa, pero demoró el pago de la pensión hasta el día de su boda 19 de Abril de 1809, por lo que pide su reintegro.

Obviamente, Bernabé rechaza estas acusaciones, aduciendo que siempre estuvo al tanto de las necesidades de su madre y hermana, pues las acomodó en casa de su hermana María Teresa, recién casada, por lo cual dedujo que no estaba obligado a pagarles pensión por vivir en casa y compañía de su hermana. Además aduce que el pago de la contribuciones al invasor afecta a la mayor parte de sus rentas. Y aduce que los bienes del mayorazgo que son el sustento de su madre y hermana, son pocos tras el pago de las contribuciones, y aún más por la suspensión de las rentas de los juros y alcabalas que ascendían a 11.000 reales de renta anual. Además la tilda de ingrata, pues recientemente le envió 25.000 reales, y además su madre percibe rentas de un censo de 50.000 reales contra Francisco de Sales Olloqui. Además sacaron de su casa sin decir él nada alhajas de plata y ropa blanca, y también le envió seis camas completas y otros muebles.

En otro alegato, su madre dice que Bernabé aceptó que las pensiones debidas contarían a partir del 1 de Enero de 1809, y aunque en un primer momento pareció estar de acuerdo, luego no quiso escriturarla. También alega que las rentas del censo contra Olloqui no se pueden cobrar por el momento.

Una comisión formada de tres jueces falló que Bernabé debe dar a su madre 9.700 reales para amueblar la casa de su habitación, y de ellas deben deducirse las prorratas de las contribuciones extraordinarias, y 1.650 reales de la pensión de su hermana María Rita1.

En 1810 a causa de ello, se suscitaron dos pleitos en el Corregimiento sobre el cumplimiento de dicha escritura en el modo de prestar la pensión y amueblar la casa, cuya sentencia se dictó el 2 de Mayo de 1812, al cual Bernabé apeló al Juez de 1ª Instancia de Bilbao. Hubo una conciliación al final entre ambas partes, en la que María Antonia debiera percibir la pensión, hecha la rebaja de las contribuciones de la provincia y la suspensión del pago de juros y alcabalas de Santibañez, Güemes y Miñón, y el derribo por los franceses de la mitad de la casa de Arcocha, a partir del 24 de Junio de 1813, que asciende a la cantidad de 6.979 reales anuales, y que se contente con lo que ha recibido hasta entonces. Bernabé se aviene a dar a su madre 600 ducados de una vez para amueblar la casa, y da a su hermana María Rita una pensión 1.650 reales anuales.

Para cubrir esos pagos se toman las rentas de la casas en Madrid 4.400 reales anuales, del caserío de Garin Basterrechea en Beasain 1.100 reales; del censo de Haro 1.760 reales de réditos anuales; de la renta de la fábrica de curtidos de la anteiglesia de Begoña 1.369 reales2

Un caso de infidelidad al descubierto

Su mujer Regina Oraa trató de fugarse con su amante que era médico de la familia, de origen toscano. El plan consistía en que Regina recibiera permiso para salir de Bilbao a una de sus casas de Gordejuela, con el pretexto de ser el tiempo de la vendimia. Allí se reuniría con el médico y se dirigirían a Luyando, portando unas joyas para tener una base económica para iniciar juntos una vida nueva en Francia e Italia, pero al llegar a Zuaza no obtuvieron las caballerias necesarias para proseguir el viaje. Por ello, continúan viaje hasta Vitoria, y al volver a en dirección a la frontera, los miñones los interceptan en la cadena de Altube por no llevar pasaporte el médico.

En el interrogatorio dice el susodicho que fue a Gordejuela para asistir en una supuesta enfermedad de la mujer, y que luego fue a Luyando a tratar a una pariente de ella. Preguntado por sus planes, eran la de ir a Francia para llevar 22 pares de zapatos para una señora.

Regina Oraa, a la sazón de 28 años, fue recluída como medida provisional en el convento de las clarisas de Abando, declarando en la causa que en la boda dijo que sí ante el cura, pero en su corazón decía que no, por lo cual se sentía desgraciada. Como la causa se incoó en 1821 y ella se casó con Bernabé en 1809, se puede deducir que en el momento de la boda tenía 16 años. Su amante fue recluido en prisión3. Sin embargo, el amante sufre de vómitos de sangre en la prisión y pide su salida de ella por problemas de salud, por lo que el juez le manda que abandone la villa, pero a ello se opone una porción no poca de personas que están contentos de los servicios del médico y no quieren perder sus servicios4.

El Trienio Liberal

Bernabé Mariaca era de ideas liberales. Por ellas fue encarcelado en Vitoria en calidad de arrestado desde el 18 de Octubre de 1816 hasta el 7 de Enero de 1817, de allí fue juzgado en Tolosa, y regresó a la cárcel el 23 de Noviembre de 1818 para luego llevarlo a Valladolid5. Estos antecedentes explican su participación en cargos políticos durante el Trienio Liberal como Contador de la Aduana de Bilbao, y ascendido al grado de Teniente de Navío.

Se describe la fábrica de curtidos sito en el barrio de Uribarri de la anteiglesia de Begoña, mencionada con anterioridad, al hablar de los negocios de Lope Eustaquio Mariaca. Contiene 41 pozos para curtidos y otros tres para lechadas de cal, un pósito para estanque de aguas, un calce con su presa, dos tejabanas, una trona o molino para corteza con todas sus piezas, paredes de cal y canto, tasados en 41.600 reales. Además comprenden heredades de pan sembrar, viñedos y frutales al norte de la tenería, tasados en 14.320 reales; la casa principal que ocupan los arrendatarios, contigua a la tenería, con lonja, habitación, y desván, divisiones, cielorraso en ladrillado, tasado en 27.800 reales; otra casa que ocupan los operarios con lonja y dos habitaciones, tasado en 11.300 reales; tejabana para almacenar cortezas, tasado en 9.312 reales. Se nombra a Bernabé Mariaca como Teniente de Navío y no sujeto a matrimonio. Esta tasación fue debida para presentar una fianza de 45.000 reales para obtener el cargo de Administrador Principal de Correos de Bilbao. Tomado del Libro nº 5 de Censos y otras escrituras de Bilbao, folio 2396.

Pedro Zabálburu Larrea, vecino de Gordejuela compró a Bernabé Mariaca una casa sita en el barrio de Mendieta, junto a la iglesia de San Nicolás de Zaldu, con varios pertenecidos y un mortero de cal y arena por 12.150 reales el 15 de Marzo de 1821, y en Mayo de 1822 otra casa llamada La Ventilla por 11.000 reales, para completar la dote de su hermana Teresa que casó con el Marqués de Valdespina en 18057.

Escritura de obligación otorgada por Bernabé Mariaca a favor de Lorenzo Francisco Lapeira el 29 de Mayo de 1821 ante Domingo Soparda. A causa de unas urgencias pecuniarias Bernabé Mariaca pide un préstamo de 8.000 reales a Lapeira y se compromete a devolvérselos en el plazo de un año al interés del 3%, hipotecando la tenería de curtidos que tiene en el barrio de Uribarri, anteiglesia de Begoña8.

La persecución política y el exilio a Pau

Después del Trienio Liberal los bienes del mayorazgo de Mariaca cayeron en concurso de acreedores por la cantidad de deudas que tenía contraidas con el municipio y varios particulares. Como Bernabé Mariaca era liberal, y durante el Trienio Liberal ejerció diversos cargos, como Contador de Aduanas, Teniente de Navío, al restaurarse el absolutismo monárquico, tuvo que exiliarse a Pau el 13 de Abril de 1823, y sus bienes fueron secuestrados por el Gobierno9. El curso de la administración de bienes embargados puede seguirse con cierta soltura hasta el final de la primera guerra carlista10.

A causa del secuestro de los bienes de Bernabé Mariaca se suspendió la prestación de las pensiones a su madre y hermana, ascendiendo la cantidad retenida a 24.464 reales. Por haber sido Contador de la Aduana de Bilbao en el trienio liberal y ser afecto al sistema liberal, se le acusó de alta traición, al restablecerse el absolutismo, y sus bienes fueron secuestrados por la Corona, a excepción de dote y deudas contraídas con anterioridad, pero de ellos sólo contempla la devolución de poco más de 4.400 reales. La sentencia dicta que se pague de los bienes de Bernabé Mariaca a su madre los 24.264 reales reclamados11.

María Antonia Ansótegui muere el 24 de Octubre de 1824 a la edad aproximada de 81 años en Elorrio. En el testamento declara que su hijo Bernabé es heredero de los mayorazgos fundados por el Capitán Juan Ugarte, Caballero de la Orden de Santiago, y Teresa de Ugarte Ipiñarrieta, condesa de Peñaflorida, del mayorazgo de Salazar de Allende. Mejora en el tercio y quinto de sus bienes a su hija María Rita. Del remanente nombra herederos universales a sus cuatro hijos12.

En su codicilo otorgado en Elorrio el 27 de Agosto de 1824 aclara que, al redactar el testamento no se la previno manifestar que de los 10.000 ducados dados a su hija María Gertrudis Mariaca, Vizcondesa de Viota, para el acomodo con su yerno Fausto María Landaburu, entregó de ellos 9.000 ducados a Manuela Arauna, ya difunta, según tenía tratado, y los mil ducados restantes a su hijo y yerno a partes iguales. Pero no recibió de ellos carta de pago por tener buena fe en ellos, por lo que hace esta aclaración para que no haya discordias entre ellos13.

Tras la muerte de su madre, María Rita Mariaca solicita al administrador de los bienes secuestrados de su hermano que se le siga retribuyendo con la pensión anual de 400 ducados anuales. La sentencia es favorable a María Rita Mariaca y que el pago se haga en los términos estipulados en la escritura14.

Su hija Carmen muere en 1823, y la otra hermana Luisa cae enferma. Por gastos de ropas y de medicamentos (1.615 reales), visitas del médico (200 reales), visitas del médico (60 reales), cera, viático, y entierro de la menor (70 reales), derechos de entierro (288 reales), ataud, blanqueo de la alcoba, mudanza y limpieza de ropa (30 reales), y pensión de un mes (200 reales), ascendiendo el total a lago más de 2.550 reales a cuenta de la directora del Colegio de Señoritas de Bilbao en el que vivían internas. Como los bienes de Bernabé están secuestrados no pueden satisfacerse estas deudas. La sentencia dicta que se den de los bienes secuestrados 2.500 reales para cubrir dichas deudas15.

Justo antes de su huida de Bilbao, Bernabé se compromete a pagar un empréstito de 30.045 reales a Ignacio Ubieta, vecino de Bilbao, en el plazo de un año con 901 reales de interés, hipotecando varios bienes raíces como la casa y casería de Lanzagorta de Arriba, el arbolar y castañales de Galdigachia y Laumechi, y los arbolares y castañales sueltos comprados a Pedro Zabalburu Larrea en 1791, todos sitos en Gordejuela. Por el impago, se embargan la casa y casería de Lanzagorta de Arriba con sus rentas, 600 suelos de pan sembrar, un arbolar llamado Cerezo Redondo, otro llamado Las Tajas, un castañal llamado también Las Tajas, una seve y arbolado llamado Belochar, y otros arbolares y castaños en Concholla16

Otra complicación es la elevación de una presa, ya existente en Allende, de una ferrería propiedad de Mariaca, que tiene 13 pulgadas más alta de lo debido, por lo que afecta al funcionamiento de la ferrería de Largacha, propiedad de Celestino de las Rivas. El agente que administra los bienes concursados de Mariaca, aduce que el Fuero legisla las obras nuevas, no las reformas de obras viejas. Celestino de las Rivas contesta que una cosa es lo que dice la parte contraria, y otra diferente es reparar una obra en detrimento de la de su vecino. La sentencia da la razón a Celestino y exige que la presa se rebaje al nivel que se legisla en el Fuero17. Tras tres apelaciones del administrador de los bienes concursados, se eleva el pleito a la Chancillería, lo cual dice mucho de los aspectos políticos que se juntan en la causa, al querer el citado administrador no levantar el embargo por considerar a Mariaca un traidor.

Juan Manuel Larrea, vecino de Bilbao, tenía dada en arriendo a Bernabé Mariaca por 300 ducados la tercera habitación de la casa nº 3 de la calle del Arenal de la villa de Bilbao por espacio de un año, y al concluir el arrendamiento, no se pudo pagar la renta mencionada. Los tintes políticos continúan, pues se insinúa que Larrea era cómplice de Mariaca, al arrendarle la habitación, como preparación a su marcha a Francia, consecuencia de la restauración del absolutismo monárquico. Se aporta un contrato de arrendamiento por cinco años de dicha habitación para Anastasio Ardanza, al término del cual se prorrogó un año más. Y el 1 de Junio de 1821 se la arrendó por 300 ducados a Regina Oráa, mujer de Bernabé Mariaca, y debe el período Diciembre 1822 – Diciembre 1823. La sentencia es favorable a las pretensiones de Larrea18.

Otra consecuencia es que el administrador de los bienes de Mariaca en Gordejuela, Prudencio de las Ribas no admite la autoridad del administrador de los bienes secuestrados, sino sólo la de su amo Mariaca. Por eso se opone a que ese administrador arriende la casa Palacio de Allende y la Ferrería de Allende19. Y el ayuntamiento de Gordejuela se opone a que el Gobierno se apropie del importe de las contribuciones extraordinarias adeudadas por Mariaca en la Guerra de la Independencia, y por tanto, se opone al secuestro, porque entiende que Mariaca adeuda al Ayuntamiento de Gordejuela, no al Gobierno, correspondiendo al Ayuntamiento el embargo de sus bienes por impago20. No sabemos si el ayuntamiento protesta de la mala administración del gobierno absolutista, si es de ideas liberales, o que reivindica su autonomía de actuación en el asunto.

También se secuestra la producción de hierro de la Ferrería de Allende, aspecto que es recusado porque la ferrería estaba arrendada a cuatro personas, y en el contrato figuraba que su propósito era la fábrica de hierro y de su exportación a Bilbao, con el concurso del hierro acarreado desde las minas, los montes comprados para el carboneo. El secuestro impide el ciclo de la producción de hierro y el pago de las rentas de la ferrería arrendada21.

Al menos en 1828 se firma un contrato de arrendamiento de la ferrería y molino de Allende con el Palacio de Allende, su tierra, viñedo, sus huertas y demás pertenecidos a Prudencio de las Ribas por término de cinco años a razón de 500 ducados anuales; los carbones procedentes del Valle de Gordejuela y de Lezama se recibirán a 3 reales / carga; las obras troncales y reposiciones del edificio serán a cargo del propietario y las civiles, limpieza de antepara y calces a cargo del arrendatario; el nivel de la presa sea la que hicieron los peritos22.

Se recibe acuse de la recepción de 8.000 reales del valor de 1.000 cargas de carbón de partidas de leñas de árboles infructíferos sitos en los lugares de Lezama, caserío Mariaca en Amurrio y Larrimbe para el término de dos años en 182123.

En 1825 se levanta el embargo y secuestro de los bienes de Mariaca, al menos los de Ayala24.

Existen problemas en 1827 en la casa sita en la Calle Preciados nº 16 de Madrid, puesto que hay necesidad de hacer obra en los conductos de las aguas y en uno de los postes que sostienen el edificio25, en 1828 obras en una casa del Barrio del Cristo en la anteiglesia de Begoña consistentes en entarimar una alcoba y una ventana con balaustres y su marco, y el arrendatario pide al administrador de los bienes secuestrados el pago de la obra26, y es consecuencia de la reforma que hubo de hacerse tras el incendio que sufrió27.

Cuenta que dió Manuel Bautista de la Fuente, cura beneficiado de Lezama, al administradoe de los bienes concursados por Bernabé de Mariaca de la renta anual de la casa en la que vive y de las que ha recibido desde el año 1823 hasta el presente

CARGO

  • 10 fanegas de trigo de la renta de esta casa vencida el año 1823.
  • 11 fanegas de trigo que recibió en dicho año de los inquilinos de la Ribera, Eusebio Corcuera, vecino de Anucita, y Antonio Viloria, vecino de Caicedo, correspondientes a dicho año renta de las heredades que labran.
  • Tres fanegas y un celemín que recibió en ese año de Martín Sotila por la renta de las heredades que labra propias de Bernabé Mariaca.

Año 1824

  • 24 fanegas de trigo segúin partida antecedente y con rebaja del celemín, vendidas a 33 reales importan 792 reales.

Año 1825

  • 24 fanegas de trigo, vendidas a 34 reales, importan 816 reales.

Año 1826

  • 24 fanegas de trigo, vendiadas a 34 reales, importan 816 reales.

Año 1827

  • 13 fanegas de trigo por la renta de esta casa, advirtiendo que los inquilinos de la Ribera no han pagado sus rentas, las cuales vendidas a 30 reales, importan 390 reales.

DATA

  • 18 reales y 18 mrs. que pagó a Francisco Aldama por la contribución directa por el año 1823.
  • 202 reales y 30 mrs. pagados a Domingo Amirola por suministros y tercer tercio de la contribución directa.
  • 256 reales y 17 mrs. pagados a Antonio Arana, comisionado de secuestros.
  • 204 reales pagados a Juan Angulo por varias obras y reparos que hizo como maestro cantero en esta casa y la de Francisco Aldama en la que fabricó un horno, empleando 24 reales de teja y ladrillo.
  • 90 reales pagados a Francisco Zulueta, regidor de Lezama.
  • 145 reales, pagados a Francisco Aldama, carpintero, por varios reparos que hizo en esta casa y en la que habita Isidro Viguri, inquilino.
  • 573 reales pagados al carpintero Andrés Baquiola, vecino de Orduña, por bajar el torreón y retejar el tejado de esta casa, incluidas 2.000 tejas.
  • 108 reales pagados a Juan Zugazaga, carpintero de Orduña, por bajar y apuntalar el tejado de la ermita de San Juan.
  • 33 reales a José Iñiguez, regidor, por contribuciones correspondientes.
  • 800 reales entregados a Prudencio de las Ribas, vecino de Gordejuela, para Bernabé Mariaca el 16 de Junio de 1825.
  • 640 reales que recibió Bernabé Mariaca en 1825 por letra dada de su cuenta y orden por la viuda de Idígora e hijos, vecinos de Vitoria.
  • 1.500 reales que recibió Bernabé Mariaca en virtud de orden dada por la misma viuda28.

En 1830 se llega a un convenio entre Bernabé Mariaca y sus acreedores que trata de los siguientes puntos:

  • De las rentas y productos tanto vinculados como libres se dan una pensión a su mujer Regina Oráa de 8.000 reales anuales y a su hija única Luisa Mariaca una pensión de 5.000 reales anuales.
  • Del resto líquido sirva para pagar a los acreedores a prorrata anualmente, dando cuenta de la administración de sus bienes y de las pagas de las deudas.
  • Bernabé Mariaca nombra a José Ibarrola administrador de sus bienes.
  • Dada que la casa de Lanzagorta está hipotecada como garantía del crédito dado por Ignacio Ubieta, quien ha muerto recientemente, Ibarrola deberá entenderse con su representante para pagar el rédito de la hipoteca o hacer lo que considere más ventajoso para los intereses de Bernabé Mariaca y a sus acreedores.
  • Habría un entendimiento entre ambas partes para verificar las deudas y ver de qué manera se podrían pagar por ejecución de bienes29.

En el curso de esta instrucción, murió Bernabé Mariaca, cesando los efectos de tal convenio y a Ibarrola como administrador de sus bienes. Bernabé Mariaca otorgó testamento el 19 de Abril de 1830 en Abando. Su hija Luisa Mariaca Oráa vive en Valpuesta bajo el cuidado de sus padres Juan Ángel Oráa y Francisca Burgoa. De su esposa Regina Oráa, por su vida infiel, inmoral y escandalosa, está separada de él y ausente bajo un formal divorcio, dándose la escritura de separación matrimonial ante Domingo Soparda. Manda que se recobren y recauden todos sus papeles y alhajas existentes en Francia y España. Nombra albaceas a sus suegros Juan Ángel Oráa y Francisca Burgoa, a su tío Miguel Ansótegui, cura de Marquina, y a su primo Antonio María Ansótegui, y a ellos los nombre curadores de los bienes de su hija Luisa, a quien nombra heredera universal de todos sus bienes30.

Murió antes de la contienda carlista, siendo enterrado en la iglesia de San Esteban de Irazagorria el 14 de Noviembre de 1832

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